Cómo empezar a cocinar de forma saludable

Todos sabemos que deberíamos estar cocinando platos saludables, pero no todos sabemos cómo hacerlo. Afortunadamente, hay algunos pasos simples que puedes dar para mejorar tu dieta sin tener que ser un chef de clase mundial. Estos son algunos consejos para ayudarte a comenzar.

Intenta a comer alimentos naturales

El término «alimentos naturales» se refiere a cosas con un solo ingrediente, como el aceite de oliva, el pollo o el brócoli. Lo contrario son los alimentos procesados, que son típicamente alimentos para consumir al instante con una larga lista de ingredientes, muchos de los cuales son artificiales.

Si cocinas con alimentos naturales, tendrás un mayor control sobre lo que estás comiendo. De esta manera, es más fácil moderar tu dieta y asegurarte de que sea saludable. Además, hace que sea más fácil controlar exactamente lo que comes.

Utiliza otras grasas

Es bien sabido que hay grasas buenas y grasas malas. En general, es mejor usar aceites puros al cocinar, como aceite de oliva, aceite de aguacate o aceite de coco, en lugar de aceite vegetal genérico. Los aceites vegetales contienen ácido linoleico que, cuando se calienta, libera ácidos grasos poliinsaturados, que se han relacionado con la obesidad, con enfermedades del corazón y con otras enfermedades.

No descuides la sal

Existe el mito generalizado de que una ingesta alta de sodio puede causar enfermedades cardíacas. Sin embargo, prácticamente no hay evidencia de esto, especialmente cuando se trata de personas sin una predisposición genética a las enfermedades cardíacas. La sal ayudará a reponer los electrolitos, por lo que si tu médico no te dice lo contrario, puedes usarla para sazonar todos tus alimentos. También puedes hacer que tu comida sea más sabrosa con pimienta molida, pimentón, ajo en polvo, etcétera.

Prepara el entorno de trabajo

No te vas a poner a cocinar si tu cocina no es cómoda. Esto significa que debes asegurarte de que está todo bien organizado, que tienes todo lo que necesitas y que es un espacio en el que te gusta estar. También debes dedicar un tiempo a deshacerte de los productos que no necesites, y lo mismo respecto a los utensilios de cocina y los aparatos que solo ocupan espacio.

Comienza a planificar tus comidas

Si quieres asegurarte de que estás comiendo cosas saludables, entonces vale la pena dedicar tiempo a planificar los platos con antelación. Al comienzo de cada semana, dedica unos minutos a pensar en la comida de los siguientes días y prepara una lista de la compra. Esto facilitará la compra de alimentos naturales y de ingredientes saludables. Si no tienes un plan de comidas y vas mal de tiempo es mucho más probable que recurras a alternativas poco saludables.

Reserva tiempo para cocinar

Además de planificar tus comidas, también debes asegurarte de que tienes tiempo para prepararlas. No lleva necesariamente mucho tiempo preparar una comida deliciosa y saludable, pero si no reservas el tiempo necesario, entonces es mucho más probable que optes por algo poco saludable, como la comida para llevar. Puedes utilizar tu tiempo libre para preparar los ingredientes; por ejemplo, picar las verduras o cortar la carne en porciones.

Busca alternativas saludables

Muchos sentimos que nuestros alimentos favoritos no son saludables y que no hay nada que se pueda hacer al respecto. Sin embargo, la mayoría de las veces hay algún tipo de alternativa saludable. Por ejemplo, si te encanta la pasta, en lugar de la pasta normal puedes usar pasta a base de garbanzos o de lentejas. En lugar de un bocadillo, hazte un «wrap» de lechuga. Con un poco de creatividad, seguramente encontrarás una forma de hacer que tus alimentos favoritos sean saludables.

Cambia tus métodos a la hora de cocinar

Hubo un tiempo en que cocinar sano significaba cocinar al vapor, escalfar y no usar grasa. Sin embargo, las grasas saludables ayudan a que nos sintamos y nos mantengamos llenos, lo que significa que comeremos menos. Con respecto a los métodos de cocción, puedes usar el vapor y escalfar, pero también puede usar métodos de alto calor —como asar— y métodos lentos y de bajo calor —como el estofado—.

Por ejemplo, puedes asar fácilmente las verduras. El resultado es delicioso y saludable. Para la carne, plantéate hacerla estofada. Hace falta tiempo, pero el resultado es sabroso y saludable.

Invierte en equipos de cocina

Cocinar con equipos de mala calidad hace que la tarea sea mucho más difícil de lo que debería ser. Si vas a tratar de adquirir el hábito de cocinar regularmente, entonces debes tratar de hacerte con utensilios de buena calidad, como cuchillos, sartenes antiadherentes, cacerolas, tablas de cortar, tazas y cucharas de medir o bandejas para hornear.

Son los accesorios básicos que vas a necesitar. Si te lleva el presupuesto, también puedes invertir en electrodomésticos más avanzados, como una olla instantánea o un procesador de alimentos. Cuanto mejor sea su equipo, menos arduo será cocinar.

Busca recetas que te llamen la atención

Si no te gustan mucho los alimentos que estás cocinando, entonces tus días de cocina saludable estarán contados. Dedica tiempo a investigar recetas que te entusiasmen. Te ayudará a motivarte para cocinar y para mantener el interés. Lo ideal es que quieras disfrutar tanto del proceso de cocinar como de los resultados. Comienza haciendo una lista de tus comidas favoritas y luego piensa si se pueden hacer más saludables cambiando ingredientes o cocinándolas de otra forma. También puedes visitar sitios de recetas como este, que están llenos de ideas para comidas saludables.