Sopa Fría de Tomate con Helado de Queso Parmesano

La Sopa Fría de tomate con Helado de Queso Parmesano podría ser la sopa que estás buscando. Esta receta sirve 6 y cuesta 95 centavos por porción. Una porción de este plato contiene aproximadamente 5g de proteína, 6g de grasa y un total de 101 calorías. 1 persona se alegró de haber probado esta receta. Una mezcla de sal, crema, queso parmesano y un puñado de otros ingredientes son todo lo que se necesita para hacer esta receta tan deliciosa. Será un éxito en su Verano evento. Es una buena opción si estás siguiendo un sin gluten y primitivo dieta. Es traído a usted por Allrecipes. Desde la preparación hasta el plato, esta receta toma alrededor 40 minutos. Considerándolo todo, decidimos esta receta merece una puntuación de espátula de 50%. Esta partitura es sólida. Recetas similares incluyen Helado de Bananan de Cerveza Fría de Coco Tostado, Sopa Fría de Tomate y Crema Agria, y Sopa Cremosa de Tomate con Tomates Cherry y Queso Parmesano Salado.
Instrucciones
Coloca los tomates y la albahaca en una olla o tazón grande. Usa una licuadora en barra, un procesador de alimentos o una licuadora para hacer puré de tomates y albahaca juntos. Mezcle gradualmente el aceite para formar una buena emulsión. Si haces puré de la mezcla en lotes más pequeños, agrega un poco de aceite a cada uno. Sazone con sal y pimienta negra molida, pero recuerde, el helado de parmesano estará salado.
Coloque la preparación de tomate en el refrigerador mientras se prepara el helado.
Calentar la crema en una cacerola pequeña a fuego medio. Agregue el queso parmesano y continúe cocinando y revuelva hasta que el queso se derrita y la mezcla esté uniforme. Sazone con una pizca de pimienta negra recién molida y retire a un tazón pequeño para enfriar. Esto templará la mezcla, por lo que se congelará de manera más suave y uniforme. Cuando la mezcla de queso se haya enfriado un poco, colócala en el congelador.
Saque la mezcla de tomate del refrigerador y pásela a través de un chinois, un molino de alimentos o un colador con agujeros medianos para eliminar los trozos de cáscara y las semillas. El resultado debe ser un líquido cremoso, no un jugo de tomate.
Sirva la sopa fría en tazones pequeños o tazas grandes. Haz bolitas con el queso congelado usando una cuchara de postre.
Coloque una bolita de helado de parmesano en cada tazón justo antes de servir.