Cómo hornear galletas

Todos disfrutan de una galleta recién horneada. Son el máximo placer de confort. Junto con un vaso de leche o una taza de té caliente o simplemente por su cuenta, las galletas ponen sonrisas en las caras, jóvenes y mayores.

El secreto para hacer galletas en realidad no es un secreto en absoluto. Las galletas perfectas son el resultado de una buena técnica. Se trata de un hecho fundamental que no debe pasarse por alto.

En el transcurso de este artículo, se explicará por qué es importante colocar la harina en la taza medidora, por qué ablandar la mantequilla realmente hace una diferencia y las razones por las que las cucharadas de galletas y los estantes de enfriamiento valen la pena.inversiones. No te decepcionará.

Preparación

Antes de sumergirte en este proyecto, es imprescindible que sigas estos sencillos pasos.

  1. Asegúrate de haber leído la receta al menos una vez, para familiarizarte con cada paso.
  2. Reúne todos los ingredientes que necesites.
  3. Precalienta el horno.
  4. Mide todos tus ingredientes, ya que esto hará que la elaboración de la receta sea mucho más rápida y sencilla.

Medición precisa

Demasiada poca harina puede hacer que una galleta sea plana y demasiada harina puede hacer que una galleta quede dura o se desmenuce, por lo que aprender a medir con precisión es una de las claves para hornear con éxito.

Para la harina: revuelve la harina, añade una cucharada a tu taza de medición hasta que quede colmada, retira el exceso de la parte superior con el borde plano de un cuchillo de mantequilla.

Para el azúcar: para el azúcar granulada, usa el mismo método que para la harina. Con el azúcar moreno, compáctalo en la taza con la parte posterior de una cuchara.

Para ingredientes líquidos: llena tu jarra o taza de medición sobre una superficie uniforme y lee la medición a la altura de los ojos.

Para ingredientes pegajosos: cubre el interior de tu taza de medición con espray para cocinar o úntala ligeramente con aceite vegetal. Esto ayudará a que el ingrediente pegajoso se deslice al sacarlo.

Una masa bien mezclada

«Cremar» consiste en batir la mantequilla y el azúcar hasta conseguir una consistencia más ligera. Esto dará como resultado final unas galletas con buena textura y forma. Así es como se hace.

  1. Deja que la mantequilla se ablande bien dejándola reposar a temperatura ambiente durante 30 minutos. Como alternativa, puedes meterla en el microondas a intervalos de 5 segundos, girándola con frecuencia para no derretirla.
  2. Crema o bate la mantequilla una vez blanda y el azúcar hasta que quede ligera y esponjosa.
  3. Bate en el huevo hasta que esté bien mezclado. Añade al batir cualquier sabor que quieras para tus galletas, aunque el extracto de vainilla es el más común.
  4. Añade y remueve los ingredientes secos, solo hasta que se mezclen. Para evitar que las galletas queden duras, los ingredientes secos casi siempre se remueven a mano.
  5. Ahora añade tus ingredientes, ya sean pepitas de chocolate, nueces o cualquier otra cosa que quieras.

Da forma a la masa en piezas de tamaño uniforme

Es importante que cada galleta tenga aproximadamente el mismo tamaño, para que todas se horneen durante el mismo tiempo. Para repartirlas en tu bandeja de hotno, la regla general es de 2 pulgadas de distancia. Para conseguirlo, puedes utilizar dos métodos.

  1. Usar una cuchara para galletas. Hacen que el porcionamiento de la masa en galletas de tamaño y forma uniformes sea relativamente fácil.
  2. Utiliza dos cucharas: una para sacar la masa y la otra para empujarla en la bandeja del horno.

Hornea hasta que queden doradas

Esta puede ser la parte complicada, porque si no tienes cuidado, las galletas pueden pasar de estar perfectamente horneadas a quemadas en un minuto o dos. Siguiendo estos consejos útiles, serás capaz de evitar esos problemas.

  1. Hornea una bandeja de galletas cada vez en el estante del horno central para obtener unos resultados perfectos. Esto permite una distribución uniforme del calor, lo que hará que las galletas queden horneadas de forma homogénea con un tono dorado.
  2. Utiliza siempre bandejas para galletas completamente refrigeradas. Deja que la bandeja se enfíe durante 5 a 10 minutos después de sacarla del horno. A continuación, pásala por agua fría y sécala completamente antes de hornear la siguiente tanda.
  3. Pon siembre el temporizador al tiempo mínimo de horneado indicado en tu receta. Si parece que las galletas no están hechas en ese momento, añade 1 o 2 minutos antes de volver a comprobarlo.
  4. Comprar un termómetro de horno es una buena idea, si aún no tienes uno, simplemente porque la mayoría de los medidores de temperatura del horno van de 25 a 50 grados.

Pórtate bien y déjalas enfriar

Como seguramente ya sabes, las galletas no dejan de cocinarse una vez que se sacan del horno. Mientras estén sobre la bandeja caliente, continuarán horneándose, por lo que es imperativo prestar atención a su proceso de enfriamiento. Esta es la forma correcta de enfriar tus galletas.

  1. A medida que las galletas se asientan en la bandeja, se endurecen un poco, lo que hace que sean más fáciles de mover. Pero no las dejes asentarse demasiado tiempo o podrían terminar más oscuras y crujientes de lo que pretendías.
  2. Utiliza una espátula plana y fina para pasar las galletas de la bandeja a una rejilla de enfriamiento. Se beneficiarán de la circulación de aire a su alrededor. El papel vegetal es un buen sustituto si no dispones de una rejilla de enfriamiento.

Almacenamiento adecuado para mantener la frescura

Aquí te mostramos cómo mantener las galletas recién horneadas con un sabor maravilloso.

Deja que se enfríen por completo antes de almacenarlas. De lo contrario, se llenarán de vapor y quedarán empapadas.

La mayoría de las galletas se pueden almacenar en un recipiente hermético durante un máximo de 3 días.

Las galletas glaseadas o con relleno de crema deben guardarse en el frigorífico.

Cómo congelar tus galletas

La mayoría de las galletas horneadas se pueden almacenar en recipientes herméticos y congelarse durante un máximo de 6 meses. Para galletas glaseadas o delicadas colóquelas entre hojas de papel encerado. Las galletas rellenas de crema no se congelan bien.

¡Ya está! La mejor manera de hornear la galleta perfecta. Así que reúne lo que necesitas y ponte a hornear: ¡el cielo de las galletas te espera!