Vierta 1 taza de salsa de tomate en una fuente para hornear, de 13 por 9 por 2 pulgadas (la salsa no cubrirá completamente el fondo) y cubra con 3 hojas de lasaña, asegurándose de que no se toquen entre sí. Vierta aproximadamente 1 1/2 tazas de la mezcla de ricotta en cucharadas sobre la pasta y extiéndala suavemente con la parte posterior de una cuchara.