5 pautas simples para desmitificar la «cocina de temporada»

La cocina de temporada es lo más «in» este año. Con un poco de planificación y de búsqueda (la oportunidad perfecta para ir al mercado), elegir los ingredientes adecuados es fácil. Aquí tienes una lista de cosas que debes tener en cuenta al cocinar platos de temporada.

  1. ¡Elige productos locales!

La mejor manera de comenzar es investigando qué se cultiva a nivel local en el área en la que vives. Al conocer y elegir productos locales, vivirás la «estacionalidad» como algo totalmente natural y no tendrás que preocuparte por lo estación en la que estás. Si los agricultores pueden cultivarlo, puedes comprarlo: eso eliminará cualquier confusión. Es la oportunidad perfecta para ir al mercado o para visitar las granjas. Una tendencia cada vez más extendida es la de los agricultores que crean tiendas de «sin vendedor» a la entrada de sus propiedades: eliges lo que quieres y pagas en la caja sin vendedor a partir de una lista de precios. Esto reduce además tu huella de carbono, ya que se prescinde del transporte; además, los agricultores reciben directamente los beneficios.

  1. ¡Utiliza técnicas de conservación siempre que sea posible!

El enlatado, el encurtido y la congelación son las técnicas perfectas para conservar los excedentes de la cosecha. La eliminación de los residuos alimentarios es aquí la principal preocupación. Los tomates se pueden convertir en puré de tomate. Hay que escaldarlos, pelarlos y luego machacarlos antes de enlatarlos; conseguirás una suave base de tomate. Una técnica para conservar las verduras de hoja es escaldarlas y luego congelarlas. Recuerda exprimir primero toda el agua que puedas. Si no sabes que hacer, los encurtidos son la solución. Hay muy pocas verduras que estén deliciosas después de encurtirlas: hablamos de zanahorias, maíz, remolacha o incluso nabos. Esta técnica mantendrá la comida hasta el final de la próxima temporada de invierno y es algo que se lleva haciendo en todo el mundo durante generaciones. No tengas miedo de probar.

  1. Llena la despensa con productos básicos de temporada

Si tienes la suerte de vivir en un sitio donde se pueden cultivar verduras durante todo el año porque el clima es cálido, eres un afortunado. Sin embargo, la mayoría de nosotros tenemos que prescindir de algunos productos fuera de temporada o pagar un precio más alto por verduras importadas. Una manera perfecta de contrarrestar esto es llenar la despensa con alimentos en conserva, secos o enlatados, que durarán todo el año, sin que tengas que recurrir a pasar tus días comiendo galletas secas o avena. Comienza con la selección de los condimentos y las hierbas secas que necesitarás y ten una idea en tu cabeza de los menús y los platos de temporada que querrás preparar, ya que eso hará que este proceso sea mucho más fácil. Luego empieza a buscar carnes secas curadas, quesos añejos, nueces tostadas, aceitunas y diferentes conservas de pescado (hay vida más allá del atún). Por último, carbohidratos como pasta seca (mézclala con diferentes tipos de pasta y de diferentes formas para tener más variedad) o granos integrales masticables como la cebada y el farro. Haz un esfuerzo ahora para que preparar comidas en el futuro sea una operación más sencilla y eficiente.

  1. Dale vida a tus ingredientes conservados

Una forma infalible de hacer que las verduras enlatadas o en conserva tengan un sabor mucho mejor es añadir algunos extras. La salsa de tomate se puede potenciar asándolos previamente con anchoas, mantequilla, ajo y sal de roca. También se puede añadir albahaca fresca. Para resaltar el sabor de los pimientos rojos en conserva, el complemento perfecto es añadir pimentón, vinagre de cereza y cebollas rojas. Esta es una mezcla tan genial cobrará un papel protagonista en cualquier ensalada o cualquier plato saludable. ¡Es genial incluso para hacerte un sándwich! Tu familia quedará impresionada.

  1. ¡Tómatelo con calma, de verdad!

A veces te apetecen las frambuesas en enero o un tomate en febrero. Es normal, te entendemos y nos ha pasado lo mismo. No pasa nada por comprar cosas importadas y no es precisamente fácil llenar una despensa con tus propios productos conservados o enlatados, porque no siempre hay tiempo para eso. Muchos chefs consideran que hay ingredientes imprescindibles, sea cual sea la temporada: calabaza, manzanas o pepinos, por nombrar algunos. ¿Una manzana importada enviada desde algún país lejano sabrá menos dulce que las manzanas locales compradas en temporada? Por supuesto que no, pero hay que elegir lo que esté disponible en cada momento.

Lo importante es apostar por los productos cultivados a nivel local mientras sea la temporada y visitar los mercados de tu zona. Probar técnicas como el enlatado y el encurtido puede parecer una tarea complicada al principio, pero cuanto más lo intentes, más fácil será y antes de que te des cuenta tendrás una despensa rebosante de productos durante todo el año.