¿Por qué es popular?
Hay muchas razones para la inmensa popularidad del Lemongras. Para empezar, es barato y está ampliamente disponible. Además, proporciona un sabor cítrico complejo y en múltiples capas, que funciona bien con platos dulces y salados. El Lemongrass también puede tener usos medicinales. En muchas culturas se utiliza para tratar dolores estomacales, dolores musculares y fiebre. Además, uno de sus compuestos se utiliza para crear aceite de citronela, un repelente de mosquitos.
¿Quién usa el Lemongrass?
La respuesta corta es muchas personas en todo el mundo. Por ejemplo, en Tailandia, donde el Lemongrass crece en abundancia, se incorpora en diferentes platos. Muchos lo añadirán a la sopa de tom yum en el desayuno, a la pasta de curry utilizada para la comida principal, y se añade al arroz o sagú con un poco de azúcar para el postre. En otras palabras, muchos tailandeses lo ven como un ingrediente dulce, salado y medicinal.
En otros países es ampliamente reconocido por sus propiedades curativas. Como ya hemos mencionado, tiene agentes antiinflamatorios naturales y antioxidantes. Como tal, muchas personas lo añadirán a los tés, junto con ingredientes como el jengibre, la caléndula, el hinojo y la menta. Si deseas hacer esto en casa, asegúrate de secar el Lemongrass primero; como las hojas son muy duras, asegúrate de dejarlas en remojo durante mucho tiempo para que se ablanden y puedan liberar sus compuestos beneficiosos.
Cómo usar el Lemongrass
En general, lo primero que tendrás que hacer es pelar las hojas externas duras y verdes. Sin embargo, no las tires. Se pueden utilizar frescas o picados y secas para hacer té de Lemongrass. Simplemente añade una cucharada del Lemongrass picado a una taza de té junto con cualquier otro ingrediente, como el jengibre, cúbrelo con agua hirviendo y déjalo reposar durante al menos cinco minutos.
Cuando se trata de cocinarlo, primero debes recortar el extremo de la raíz dura del tallo. Luego, con la hoja plana de un cuchillo, debes triturar los tallos interiores blancos, lo que ayudará a liberar los aromas. Si estás haciendo una pasta de curry tailandés desde cero siempre debes tratar de utilizar el Lemongrass tan tierno como sea posible, ya que esto ayudará a garantizar que la salsa de curry se mantenga suave.
Si te gusta el pescado, entonces puedes intentar colocar tallos de Lemongrass dentro de un pescado mientras lo cocinas en un vapor de bambú, tal vez con algunos otros ingredientes, como el jengibre.
Una idea creativa es utilizar el Lemongrass como brocheta. Puedes poner trozos de pollo marinado o verduras en él antes de colocarlo en la parrilla.
Cuando se trata de hacer una sopa, muchas personas añaden el Lemongrass a las sopas de maíz y coco o a los caldos de mejillón, junto con jengibre y galangal.
Por último, cuando hablamos de postres, se podría pensar en preparar fruta fresca con unas gotas finas de sirope perfumado con Lemongrass.
En otras palabras, hay montones de formas de utilizar el Lemongrass en cada tipo de plato y comida.
Dónde conseguir Lemongrass
Si el Lemongrass no crece cerca de donde vives, o incluso si lo hace, debes buscar Lemongrass fresco y denso que tenga hojas externas de color verde brillante y tallos muy gordos. No es difícil de encontrar en mercados, fruterías y supermercados. Cuanto más viejo sea el Lemongrass, menos fragante será (ya que las hojas exteriores habrán perdido gran parte de su humedad), y esta puede ser una buena manera de juzgar lo fresco que está. Una vez que hayas comprado el Lemongrass, puedes envolverlo en un paño húmedo o papel de cocina antes de colocarlo en la nevera para ayudarlo a mantenerse fresco. Como alternativa, puedes colocar los tallos en un jarro de agua. Pronto brotarán raíces y entonces podrás empezar a cultivar tus propias plantas.