Ponga los tomates, la cebolla, la mantequilla y la sal en una cacerola de 4 a 5 cuartos de galón a fuego medio. Cuando los tomates empiecen a burbujear, baja el fuego a fuego lento pero constante. Cocine, revolviendo cada 10 a 15 minutos, hasta que los tomates ya no estén acuosos y la salsa se haya reducido, aproximadamente 45 minutos, dependiendo del tamaño y la forma de la olla. La salsa se hace cuando la mantequilla se ha separado de los tomates y no queda líquido.