Arroz Frito Tradicional de Mandarina

El arroz frito tradicional con mandarina podría ser solo el plato principal que está buscando. Esta receta sirve para 4 personas. Una porción de este plato contiene alrededor 32g de proteína, 20g de grasa y un total de 1541 calorías. Para $1.67 por porción, esta receta cubiertas 29% de sus necesidades diarias de vitaminas y minerales. No mucha gente hizo esta receta, y 1 diría que acertó. Dirígete a la tienda y compra aceite de canolan, sal, pimienta y algunas otras cosas para prepararlo hoy. Para usar el aceite de canolan, puede seguir este plato principal con el Empanadas de Cereza y Albaricoque como postre. Esta receta es típica de la cocina china. Es una buena opción si estás siguiendo un sin gluten, sin lácteos y vegetariano dieta. Desde la preparación hasta el plato, esta receta toma aproximadamente 17 minutos. Considerándolo todo, decidimos esta receta merece una puntuación de espátula de 72%. Esta puntuación es bastante buena. Tratar Pastel de Arroz Con Pollo y Mandarina, Ensalada de Arroz con Maní y Mandarina, y Cerdo Mandarina y Arroz Salvaje para recetas similares.
Instrucciones
En un wok, agrega 2 cucharadas de aceite y revuelve rápidamente los huevos.
Retira los huevos. En el mismo wok, cubra con aceite y saltee el ajo y el jengibre.
Añadir cebolletas blancas y lapchang.
Agregue el arroz y mezcle bien.
Agregue la salsa de soja, la pimienta blanca y los huevos revueltos. Revisa si hay condimentos.
Vino recomendado: Chenin Blanc, Gewurztraminer, Riesling
Asian funciona muy bien con Chenin Blanc, Gewurztraminer y Riesling. El mejor vino para la comida asiática depende de la cocina y el plato, por supuesto, pero estos blancos ácidos se combinan con una serie de comidas tradicionales, picantes o no. Podrías probar Lubanzi Chenin Blanc. A los críticos les gusta con una calificación de 4.1 de 5 estrellas y un precio de aproximadamente 16 dólares por botella.
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Lubanzi Chenin Blanc
El Lubanzi Chenin Blanc 2018 está elaborado a partir de una mezcla de cepas de arbusto de cultivo seco más antiguas y de vides de riego por goteo más jóvenes. Su profundo color pajizo apunta tanto a la frescura madura como a la complejidad. La nariz trae frutas tropicales y de hueso primero, provocando pensamientos de mandarina y lichi. En boca es redondo y carnoso, empujando de nuevo el lichi hacia adelante, junto con el melocotón blanco, el albaricoque y la manzana verde, todo llevado por un toque de acidez elevada. Hay brillo y un ligero toque de pan recién horneado en todo. El acabado es largo, suave y cariñoso.