Chuletas De Cerdo Con Salsa De Piña

Las chuletas de cerdo con Salsa de Piña podrían ser el plato principal que está buscando. Una porción contiene 530 calorías, 46g de proteína, y 32g de grasa. Para $2.07 por porción, esta receta cubiertas 31% de sus necesidades diarias de vitaminas y minerales. Esta receta sirve para 4 personas. Esta receta es del agrado de 1 gourmet y cocineros. Ve a la tienda y compra aceite vegetal, mantequilla de maní cremosa, piña y algunas otras cosas para prepararlo hoy. Para usar el aceite vegetal, puede seguir este plato principal con el Pastel de Café con Arándanos # SundaySupper como postre. Desde la preparación hasta el plato, esta receta toma aproximadamente 35 minutos. Es una buena opción si estás siguiendo un sin gluten y sin lácteos dieta. Considerándolo todo, decidimos esta receta merece una puntuación espátula de 69%. Esta puntuación es buena. Tratar Chuletas de Cerdo con Condimento de Nectarina, Chuletas de Cerdo con Salsa de Mango, y Chuletas De Cerdo De Un Solo Plato Con Condimento De Muffuletta para recetas similares.
Instrucciones
Remoje la cebolla en un tazón de agua fría, aproximadamente 10 minutos. Mientras tanto, haga un puré de piña de 3/4 taza con el jugo de lima, la mantequilla de maní, la salsa de pescado y el jalapeño hasta que quede suave. Mezcle el pepino y las 1 1/4 tazas restantes de piña en un tazón, luego agregue el aderezo de piña en puré y mezcle para cubrir. Sazonar con sal y pimienta.
Seca las chuletas de cerdo con palmaditas y sazona con sal y pimienta.
Caliente una sartén grande a fuego alto, luego agregue 1 cucharada de aceite vegetal.
Coloque 3 chuletas en la sartén y dore hasta que estén doradas por un lado, aproximadamente 3 minutos; voltee y termine de cocinar, de 1 a 2 minutos más.
Transfiera las chuletas a un plato y cúbralas con papel de aluminio. Repita con las chuletas restantes, agregando las 2 cucharadas de aceite restantes según sea necesario.
Escurrir la cebolla y añadir al condimento de piña.
Servir con las chuletas de cerdo.
Fotografía por Antonis Achilleos